Cor. Richard Black: Bueno, permítanme empezar, si puedo, diciéndole a nuestros oyentes que soy muy patriota: me alisté como voluntario en los Infantes de Marina y me ofrecí para ir a Vietnam. Luché en la campaña de la infantería más sangrienta de toda la guerra. Y fui un piloto de helicóptero que voló en 269 misiones de combate. Mi aeronave fue alcanzada por fuego de tierra en cuatro misiones. Luego, luché sobre el terreno con la Primera División de Infantería de Marina, y durante una de las 70 patrullas de combate que realicé, murieron los soldados que operaban la radio y yo fui herido mientras atacábamos e intentábamos rescatar un puesto avanzado de infantería que estaba rodeado.
Así que soy muy pro Estados Unidos. De hecho, formé parte de la OTAN y estaba dispuesto a morir en Alemania, para defendernos de un ataque de la Unión Soviética.
Pero Rusia no es la Unión Soviética, en absoluto. La gente no entiende eso porque los medios de comunicación no lo han dejado claro. Pero Rusia no es un Estado comunista; la Unión Soviética era un Estado comunista.
Ahora, una de las cosas que he visto que se alega, que ha sido particularmente irritante para mí debido a mi experiencia con Siria: Yo he estado en la ciudad de Alepo. La ciudad de Alepo es la ciudad más grande de Siria, o lo era al menos antes de que comenzara la guerra. Y hubo una tremenda batalla. Algunos la llaman el «Stalingrado de la guerra de Siria», lo que no es una mala comparación. Fue una batalla terriblemente amarga que se prolongó desde el 2012 hasta el 2016. En el transcurso del combate urbano, las fuerzas que luchan se ven obligadas a destruir edificios. Los edificios son derribados a gran escala. Y esto ocurre siempre que hay un combate urbano. Así que caminé por las calles de Alepo, mientras los combates aún estaban en marcha. He mirado, a través de una rendija de los sacos de arena, al territorio controlado por el enemigo; me he parado sobre tanques que habían volado y este tipo de cosas.