Las Comisiones del Congreso resultan en la distribución de conveniencia para preservar, acrecentar privilegios y respaldos a intereses individuales, empresariales e ideológicos. Todo esto en las envolturas del transfuguismo y la sinvergüencería. Aquí unas cuantas perlas.
Así tenemos que el Partido Podemos, que debiera llamarse «pidamos», ingresó con 5 parlamentarios y hoy sube a 14 congresistas en número de grupo parlamentario, obteniendo un poder decisorio importante para el apoyo o no de diferentes iniciativas legislativad; entre los incorporados se encuentran los «mochasueldos» investigados por el Ministerio público que ahora todos los peruanos les pagaremos a sus abogados y tiene la comisión de fiscalización.
Perú Libre, piloteará la Comisión de Justicia, será su trinchera de defensa para el golpista Castillo; además de Educación, vale decir, se acabará con los exámenes obligatorios para los docentes, y la ideologización politica de la educación se realizará según los lineamientos del Foro de Sao Paulo.
El control constitucional de las leyes estará a cargo de Fuerza Popular para insistir en la candidatura de Alberto Fujimori, su pensión vitalicia y la ley de la impunidad sobre los casos de lesa humanidad, así como, el controlar los proyectos de ley de las bancadas y tener la manija pars negociarlas en favor de sus intereses pilíticos partidarios.
Alianza Para el Progreso se ocupará de las Comisiones de Trabajo, Consumidor; y Presupuesto, desde allí podrá negociar con los diferentes sectores. Y desde la Presidencia controlara la agenda parlamentaria.
Somos Perú, convenientemente lidera la Comisión de Descentraluzación, estará cerca de sus alcaldes provinciales y facilitador de sus proyectos de inversión.
Acción Popular, toma la Comision de Economía, recordemos que los niños son expertos en lograrse comisiones por proyectos.
Juntos Por El Perú, podrá manejar la comisión de Pueblos Nativos cuestión muy conveniente para sus operadores políticos financistas de las Ong.